Orando he intentado entrarEn tu dimensión
En la profunda meditación
En tu corazón
Siento sudor correr
Siento calor en mi ser
Siento pesada la espalda
Mis rodillas duelen
Me obligo a permanecer allí
Pensando en ti…
Y vividos siento tu presencia, tus cabellos
Olor a santo incienso
Te veo llorar,
Tus 2 manos sobre el suelo
Solo, sin consuelo no cesan de tentar
Solo un ángel al aparece al final
Y la traición se consuma,
y el que mas te ama, se esfuma
y te niega al cantar el gallo
y desgarran tu espalda
y veo semejante espectáculo
y no emites quejido
Cual cordero ofrecido
Valiente y obediente
Y se abre tu espalda,
Tu carne en el suelo se esparce
y sonríen, cantan, alardean
Que ultraje padre, que ultraje!
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